Chapter Capítulo 26
Capítulo 0026
Aquellos que en su momento despreciaron y le desearon la muerte a Débora, ahora la estaban buscando de forma
desesperada porque descubrieron que más que un estorbo, ella era la llave a una vida llena de muchas comodidades, a la cual
ya estaban acostumbrados y obviamente no deseaban perderla.
Aunque quienes más sufrían esa pérdida eran los parientes de Débora, esos que cuando les convenía decía que eran su
familia, aunque jamás se preocuparon por su bienestar... pero ahora estaban actuando como locos tratando de mover mar y
cielo para encontrarla.
Lamentablemente para ellos, el problema era que no tenían ni idea de dónde empezar a buscar o a quien preguntarle sobre su
paradero, porque para ellos: Débora era una mujer que no tenía amigos.
-¿Aún nada? – preguntó Federico, quien ya estaba nervioso porque no tenía dinero para pagar su parte de ese supuesto gran
negocio en el que estaba invirtiendo en esos momentos.
No papá – mencionó Ernesto haciendo una mueca – mi amigo no puede hacer una buena investigación porque esa estúpida no
tiene ni una red social como para comenzar una búsqueda por internet.
-¿Y el correo que se creó para la escuela? – recordó Casandra.
Eso no nos ayuda mucho, porque necesitamos tener un correo que ella nos haya enviado recientemente como para rastrear su
dirección ip explico su gemelo rubio e igual el problema es que ella jamás tuvo un celular y ni Roger le llegó a comprar uno, ya
ves que siempre llamábamos al departamento para molestarla.
–
Tch... está idiota, como puede vivir así una persona – se quejó Vanesa mientras rascaba su cabeza en señal de frustración.
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Ni idea mamá, pero ahora me da rabia saber que técnicamente por nuestra culpa no la encontramos, ya que nosotros
deseábamos que viviera como un fantasma – mencionó Casandra haciendo una
mueca.
-Lo importante ahora es encontrarla para que mi adorado yerno recupere su estatus y así pueda darnos ese préstamo que tanto
necesitamos – opinó la mayor.
– Así es, porque yo ya contaba con ese dinero y hasta ya lo gasté – declaró frustrado Federico, ya que dentro de poco
empezarían las llamadas de los cobradores y era lo que deseaba evitar porque eso podría arruinar su imagen de una familia
rica.
Ante esa desesperación fueron al viejo cuarto de Débora, para ver si había dejado alguna pista o un indicio de dónde empezar a
buscar,
Por otro lado, Roger igual la estaba pasando muy mal, porque sentía una gran frustración con toda esta situación e igual
nuevamente se peleó con Sophia y ahora no quería contestarle las llamadas... aunque ahora que analizaba ese carácter
demandante e interesado, se preguntaba ¿si ella siempre fue así?
Aunque no podía ocupar mucho de su tiempo pensando en eso o tratar de arreglar el problema, ya que en esos momentos
tenía otros problemas: pues el trabajo era un asco, ser un simple empleado era algo que ya no toleraba y más si recordaba que
su hermano menor ahora sería el Ceo de la compañía.
Estaba tan metido en sus pensamientos que no escuchó que alguien se había acercado a él, por lo que esa persona tocó la
puerta para llamar su atención.
– Oye Roger – le hablo un chico de cabello corto de un singular color azul – sigo esperando tus propuestas para la nueva
colección y ya sabes que el tiempo está medido.
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...el pelinegro frunció el ceño al escuchar ese llamado mirando que no había logrado armar mucho en eso estoy jefe – indicó de
mala
gana.
– Okey – le dijo girándose para ir a revisar el trabajo de los demás miembros de su equipo.
Roger solo giró los ojos y miró a ver con frustración su libreta de dibujo porque aún no tenía algo nuevo y novedoso para
mostrar, solo eran simples garabatos.
– Tch... – en verdad que estaba en un gran aprieto porque él no era bueno para diseñar joyas, sabía la diferencia entre una joya
real y una falsa... pero diseñar no era su fuerte y de hecho los diseños, que mostró antes fue uno que le consiguió su madre y
dudaba que el milagro se repitiera dos veces, por lo cual en esos momentos sentía una gran frustración porque se sentía
acorralado.
Sinceramente en esos momentos necesitaba algunas palabras de aliento o apoyo, pero como estaba peleado con Sophia... no
podía
contar con eso.
En eso recordó que Débora era quien le animaba cuando tenía proyectos difíciles y hasta a veces le ayudaba corrigiendo algún
diseño para que se viera mejor o dándole su sincera opinión.
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