La Venganza de la Esposa Muda

Chapter Capítulo 20



Capítulo 0020
Ignorando el drama familiar de los Anderson, Débora estaba sumergida en su mundo en esos momentos porque en la mañana
había estado platicando con Carlota sobre el plan de que ella diera clases del lenguaje de señas y la clave morse para
comunicarse.
Pasaron toda la mañana charlando del tema y acordando los detalles de cómo serían las clases e igual los horarios, aunque
esa conversación se terminó cuando dieron las 11, porque ya estaba por salir el hijo de la pelirroja.
– Entonces así quedamos Débora – dijo mientras caminaba a la
puerta.

“Si” ella le escribió su respuesta, ya que así habían conversado con la mayor para mayor comodidad.
– En ese caso nos vemos mañana a las 5 para enseñarte el lugar donde darás tus clases y hoy correre la voz entre los vecinos
– indicó abriendo la puerta – bueno te dejo voy por mi Miguelito y luego a hacer la comida.
“Hasta luego” – dijo la castaña y al ver que se marchó, regresó al interior de su casa cerrando la puerta.
Débora estaba feliz porque ahora compartiría su forma de comunicación con otros, por lo que ahora agradecía haberse
emocionado con las compras de la papelería, por lo que escogió una de las nuevas libretas para hacer los apuntes para
preparar sus
clases.
Durante la plática, Carlota le entregó un minimapa donde se podía ver todas las tiendas, locales y servicios que se ofrecían en
el lugar.
En verdad que ese lugar tenía de todo: habían clases de gimnasia en
+25 BONUS
las mañanas y en la noche, también contaban con un mini hospital

ven
para emergencias leves, un supermercado, un centro de clases.
diversas, además de un parque y una piscina pública.
“Parece una mini ciudad” – pensó divertida mientras tomaba su celular para buscar el número del ginecólogo para pedir la cita y
justo en eso le llegó un mensaje de texto.
Carolina dice: Hola, oye me dijo Cris que Roger ya metió a sus abogados porque no quiere darte el divorcio, pero descuida mi
gordito no se rendirá y si van a ir a juicio.
La castaña suspiro porque ya se imaginaba algo así, pero se sentía confiada para seguir adelante con eso.
Débora dice: Está bien, ya me imaginaba que algo así sucedería, pero ahora estoy lista y no tengo miedo de enfrentarlo.
Carolina dice: Así se habla por cierto ¿ya pediste tu cita o quieres que yo llame?
Débora dice: Justo estaba por llamar, porque hace rato una vecina llegó a platicar conmigo y darme la bienvenida.
Carolina dice: Que bueno amiga, al fin ya no vivirás encerrada y ah llamo para pedir una cita a mi nombre para que nadie se
entere ;D
Débora dice: Gracias y adivina que... ¡mañana empiezo como maes en los talleres del lugar!
Carolina dice: 0-0! en serio, waa... eso es genial amiga ¡felicidades en ese caso ¿te parece bien que te caigamos al rato? para
que me cuentes e igual para que Cristian te diga lo que le dijo el abogado de Roger.
Débora dice: Me parece bien ¿quieres que haga algo para la cena?
Carolina dice: No, nosotros la llevamos así pruebas esas tortas de esa tienda que te dije.
+25 BONUS
Débora dice: Está bien, entonces yo compraré algunas bebidas y refrescos en el súper de por aquí.
Carolina dice: Va que va ;D entonces nos vemos en un ratito.

Tras eso Débora dejó su celular de lado y se estiró un poco antes de empezar a acomodar sus compras, hacer un poco de su
trabajo y empezar a preparar sus clases.
Ya por la tarde, después de comer salió a dar un paseo por el lugar cargando una libreta para poder comunicarse con las
personas.
Después de explorar un poco fue a la tienda a comprar algunas bebidas, botanas y cosas que le hacian falta en su casa.
Por primera vez se sentía libre, porque estaba comprando los artículos y comidas que a ella le gustaban, tomándose su tiempo
y sin estar pendiente de la hora
“En verdad que fui una tonta por aguantarlo por tanto tiempo y esperar a que cambiara un poco” – pensó para sí al ver la botella
dé vino favorita de Roger... siempre compraba de esas, pero jamás la bebían juntos, porque él se llevaba la botella para sus
citas con Sophia.
Busco sacar a ese par de sus pensamientos y seguir con las compras, emocionándose al encontrar sus dulces favoritos y
colocarlos en el carrito de compra y al salir sintió el repentino anto de panes y pasteles, por lo que compró algunos en la
pastelería qu había de camino a casa.
Al regresar a casa miro a su derecha notando que ese día no fue a saludarle Jayden.
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