La Venganza de la Esposa Muda

Chapter Capítulo 11



Capítulo 0011
– ¿Prepararte? ¿para qué? le preguntó confundido..
“Es un secreto”

– Oh... qué misteriosa, jaja am... oye Débora y crees que, am... bueno ya sabes... cuando estés oficialmente divorciada, am...
tal vez tu y yo...
“Jayden te veo como un buen amigo” – dijo ella haciendo una muecal triste.
-Lo sé, pero... ¿podrías darme una oportunidad?
“Es que bueno, yo...”
– Hey tranquila, sé que es temprano, pero te lo digo porque deseo que me tengas en consideración a futuro, porque tú me
pareces una mujer perfecta que es hermosa en personalidad y en lo físico- mencionó acercándose a acariciar con cuidado el
rostro de ella con- el dorso de su mano derecha.
“Jayden” – Débora se sonrojo al escuchar esas palabras,
la primera vez que le decían que era linda.
porque e
– Entiendo que es precipitado, pero mis sentimientos son reales y por querer acercarme a ti aprendí el lenguaje de señas y
clave morse,
porque
ue deseaba comunicarme contigo de forma natural y no que estuvieras cargando una libreta para escribir a cada rato.
“...”- ella se sentía un poco apenada por esa confesión mientras recordaba esa primera vez que lo conoció cuando tocó a su
puerta y le pidió ayuda cuando tuvo un problema en la cocina, ya que Roger ignoró sus llamadas.

– Jeje digamos que fue amor a primera vista y me gusto ver cómo te esforzaste por aprender lo que te explicaba... aunque ese
ingrato
+25 BONUS
jamás te lo agradeció – indicó molesto porque una tarde de casualidad vio como Roger la humillaba y menospreciaba antes de
largarse dejándola sola sabes yo lo odio, porque jamás te valoro.

Débora estaba conmovida por las palabras, aunque igual se sentíal mal... porque tal vez ahora le esté diciendo esas palabras
bonitas, pero ¿cómo la tratara cuando se entere del bebe?
“Jayden, en realidad yo...”
– Hey no pido que me digas todo ahora, seré paciente – dijo dándole unas llaves y un celular nuevo – mi número está guardado
y estas
son las llaves de tu nueva casa.
“Gracias, am... dime ¿cómo puedo agradecértelo?”

Haciéndole un pay de bienvenida a tu nuevo vecino – dijo
guiñándole el ojo y señalando la casa de al lado.
Débora vio eso y empezó a reir, ya que entendió a qué se refería “hm... entonces será una sabroso pay como el anterior, mi
querido vecino”
– ... – Jayden se sonrojo al ver cómo le llamo e igual verla reir la hacía ver más linda, aunque claro solo podia ver el gesto que
ella realizaba, pero para él era suficiente, tomando valor se acercó y le dio un beso en la mejilla a la castaña descansa.
“Hm... tu igual” indicó ella sintiendo sus mejillas arder mientras observaba como el rubio se dirigía a la casa de al lado.
Tras eso ella ingresó a la casa y se apoyó en la puerta dejando escapar un suspiro... había pasado mucho en tan poco tiempo y
ahora sentía el golpe de todo lo ocurrido.

En eso alzo su mirada y sonrió, ya no habia necesidad de hacer cenas que nadie comería, no debía mantener la casa
impecable pensando en que la señora Isabela llegaría a molestarla, no tendría
miedo de contestar el teléfono pensando que es Sophia para burlarse de ella, ya no habrían más gritos.
Bueno bebe no sé qué serás, pero obsérvame atentamente, porque mamá buscará ser alguien por ti pensó apretando con
fuerza sus puños, porque ese era su juramento: ya no se dejaría pisotear por nada ni nadie.
Mientras tanto en otro lugar, alguien estaba teniendo un gran
berrinche en esos momentos.
-¡NO! M*****A ¿DONDE ESTAS? – Roger había regresado al departamento, listo para confrontar a su “esposa”, pero al ingresar
vio que las luces estaban apagadas, algo que le extrañó y al irla a buscar a su habitación no la encontró.
La estuvo buscando por unos minutos hasta que noto que en la mesa del comedor estaba un plato con comida fría, una carpeta
junto a un sobre, las llaves del lugar y un anillo.
Al tomar la joya noto que era esa cosa barata que le compró a ella,- algo que le extraño ya que esa estúpida jamás se quitaba el
anillo, pero al ver la carpeta enfureció porque eran unos papeles de divorcio y la carta le decía que los firma o no, ella ya había
presentado la demanda.
Ante eso recordó las palabras de su padre: Si tú o ella piden el divorcio, TU LO PIERDES TODO.

Ah no imbécil... tú no me quitaras lo que es mío – declaró furio apretando con fuerza esa carta – te traeré de regreso a este
maldi lugar y ahora me encargare de hasta romperte las piernas para qu nunca más abandones este lugar.


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